martes, 8 de diciembre de 2009

Dice George Orwell que todo libro es un fracaso

Para Orwell hay cuatro principales motivos que llevan a alguien a escribir. Según él, el primero es:

"El egoísmo agudo. Deseo de parecer listo, de que hablen de uno, de ser recordado después de la muerte, resarcirse de los mayores que le despreciaron a uno en la infancia, etc., etc. Es una falsedad pretender que no es éste un motivo de gran importancia. Los escritores comparten esta característica con los científicos, artistas, políticos, abogados, militares, negociantes de gran éxito, o sea con la capa superior de la humanidad. La gran masa de los seres humanos no es intensamente egoísta. Después de los treinta años de edad abandonan la ambición individual -muchos casi pierden incluso la impresión de ser individuos y viven principalmente para otros, o sencillamente los ahoga el trabajo. Pero también está la minoría de los bien dotados, los voluntariosos decididos a vivir su propia vida hasta el final, y los escritores pertenecen a esta clase. Habría que decir los escritores serios, que suelen ser más vanos y egoístas que los periodistas, aunque menos interesados por el dinero".

Al final de su texto "Por qué escribo" (publicado originalmente en Gangrel nº 4, verano de 1946. Traducción de Rafael Vázquez Zamora en A mi manera, Ed. Destino, 1976, tomado del sitio de la fundación Andreu Nin), dice:

"Mirando la última página, o las dos últimas, veo que he hecho parecer que mis motivos al escribir han estado inspirados sólo por el espíritu público. No quiero dejar que esa impresión sea la última. Todos los escritores son vanidosos, egoístas y perezosos, y en el mismo fondo de sus motivos hay un misterio. Escribir un libro es una lucha horrible y agotadora, como una larga y penosa enfermedad. Nunca debería uno emprender esa tarea si no le impulsara algún demonio al que no se puede resistir y comprender. Por lo que uno sabe, ese demonio es sencillamente el mismo instinto que hace a un bebé lloriquear para llamar la atención. Y, sin embargo, es también cierto que nada legible puede escribir uno si no lucha constantemente por borrar la propia personalidad. La buena prosa es como un cristal de ventana. No puedo decir con certeza cuál de mis motivos es el más fuerte, pero sé cuáles de ellos merecen ser seguidos. Y volviendo la vista a lo que llevo escrito hasta ahora, veo que cuando me ha faltado un propósito político es invariablemente cuando he escrito libros sin vida y me he visto traicionado al escribir trozos llenos de fuegos artificiales, frases sin sentido, adjetivos decorativos y, en general, tonterías".
 

jueves, 26 de noviembre de 2009

Minicuentos sin dinosaurio

Van algunos de los textos elegidos en el Segundo Concurso de Minicuento, 2009, de la Revista Asfáltica.

No me encantó el primer lugar, sí el segundo, que aparece aquí junto con unas menciones francamente buenísimas.


Ese sabor
El día de la coronación, hubo vítores y abundante vino. Más tarde,
en la cámara nupcial, el nuevo rey desvistió a la reina, quien,
a pesar de la edad, aún mantenía una figura atractiva. Una vez
desnuda, la tumbó sobre la cama. Le besó los muslos, la vagina, el
ombligo, y finalmente los senos. El sabor de los pezones a Edipo
le resultó familiar. Qué raro, pensó, me he acostado con medio
mundo, pero no recuerdo haber estado antes en esta ciudad.
Daniel Avechuco Cabrera
(Hermosillo, Sonora, México)

Nomás tantito
Sus padres, histéricos, le dijeron que no. También sus abuelos,
paternos y maternos. No, exclamaron sus hermanos. No, gritó
el sacerdote, llevándose la Biblia al pecho. Los árboles, la noche,
incluso los grillos parecían estar de acuerdo en que no. Y fue
así que el niño, muy a su pesar, tuvo que volver al cementerio.
Carlos Alvahuante Contreras
(Tlalpan, Distrito Federal, México)

Cobardía
A pesar de haber muerto hace siete años mi abuelita apareción
en una reunión familiar. Todos la recibimos con gusto y, como un
acuerdo implícito, nadie mencionó su condición de muerta, para
no molestarla.
La velada transcurrió cómodamente, pero, al
despedirnos, ninguno de nosotros se ofreció a llevarla.
Laura Elisa Vizcaíno Mosqueda
(Benito Juárez, Distrito Federal, México)

Incertidumbre mortal

—…
— ¿Dios?... ¿eres tú?...
Edgard Mauricio Peña Montalvo
(Coyoacán, Distrito Federal, México)


sábado, 21 de noviembre de 2009

Si le queda el saco al SME, que se lo ponga. Sobre sindicatos y si Bakunin los viviera, de seguro se muriera (otra vez).

Para mi familia, la de sangre (sobre todo papá Toño) y la elegida. Para Luis Hernández Navarro, para Alfredo y el Arturo.

Se ha convertido en mi última confesión política: me encantaría decir que apoyo al SME; la verdad es que no puedo. Me encantaría decirlo porque me considero de izquierda, porque si tuviera que elegir un "ismo" con qué definirme, éste sería sin duda el anarquismo y por ende, le concedo un peso importante al sindicalismo.

Quisiera decir que estoy con el Sindicato Mexicano de Electricistas porque el noventa por ciento de mis visiones políticas quedaron selladas cuando mis tíos adorados (que se conocieron y enamoraron en el sindicato de telefonistas) me prestaron El corto verano de la anarquía en una edición de antes de que yo naciera. Que estoy con los electricistas porque mi tatarabuelo materno fue de los fundadores del sindicato de CFE en Guadalajara y eso le costó el trabajo y terminar sus días trabajando en el club Atlas (lo que explica la irrevocable lealtad de mi familia por el equipo: les van aunque ganen).

Quisiera decir, como han hecho muchos adherentes, que al final estoy con ellos porque son trabajadores, como todos nosotros y todos mis compañeros. Pero tampoco puedo.

I: Si Bakunin, viviera, al ver esto se muriera...

Siempre he pensado que, de alguna torcida forma, el sindicalismo mexicano ha naufragado en la mayoría de sus experiencias. Mientras que en los países escandinavos los sindicatos sirven (si creemos a Newskeek) para llegar a acuerdos de productividad a cambio de mejores condiciones de trabajo, mi experiencia con algunos sindicatos mexicanos es que sirven para justificar ausentismos y alegatos de pereza disfrazados de un "no está en mis funciones", o "ya no es hora de oficina". Y todo eso sólo da argumentos a quienes proponen la compra-venta salvaje del trabajo (con prestaciones mínimas para el empleado, y máximos beneficios para el patrón) como la panacea a todos los problemas laborales.

También el sindicalismo mexicano tiene otro rostro más trágico que, para añadir dolor a la pena, (como dijera Miguel) no está peleado con el anterior: el charrismo. Pero de esa película de horror trágico-surrealista es otra historia, y como diría Ende, merece ser contada en otra ocasión.

viernes, 20 de noviembre de 2009

El pollero estrella

Mi vida de ama de casa alcanzó su momento cumbre cuando tenía catorce años. Nunca me he sentido domésticamente tan oprimida como entonces, quizá porque a esa edad y en mi circunstancia familiar los quehaceres de la casa eran un peso demasiado grande que cargar sobre mí.

Hice mi primer huevo estrellado cuando tenía seis años. A los quince ya hacía chiles rellenos, tamales y otras monerías. A los dieciséis me propuse no hacer ni un café con leche mientras me durara la prepa y cumplí: creo que mi platillo más elaborado en esos años fueron unos hot cakes de un día que suspendieron las clases y acabé con mis amigos jugando nintendo en la casa.

Ahora cocino mucho y una parte significativa de mi tiempo se va en cosas de la casa. No me importa, al contrario, hay labores que disfruto mucho.

Mi carne favorita para cocinar es el pollo --amo el pescado pero no he logrado encontrar una pescadería en la Escandón y del de la comer o el chedraui ni hablar--, pero el pollero más cercano a mi casa me ha orillado a abastecerme en el súper.

El hombre tiene una calma desesperante. Un día esperé más de hora y media a que me despachara piernas con muslo. Lo peor son sus aires de divo: no le importa tener a diez personas esperando, él se lo toma con calma. Limpia el pollo minuciosamente y todavía se de tiempo para hacer comentarios a la clientela. Para rematar, la pollería también es verdulería y él es el único que atiende. Cuando el local está de verdad concurrido concurrido, al grado que la gente amenaza con enloquecer y usar las tijeras para pollo en su contra, el hombre permite que la gente se despache sola la verdura, la pese, y hace pausas en su arte polleril para cobrar.

Pero eso sólo ocurre a veces. Puede, sin remordimiento de conciencia alguno, dejarte esperando media hora a que limpie una pechuga y medio pollo para cobrarte dos jitomates y decirte que no tiene ajo.

Decidí liberarme de la tiranía del pollero un día que, tras veinte minutos de espera, me dijo que no tenía cambio para mi billete de cincuenta y que no estaba dispuesto a fiarme la jícama y la lechuga. Fue el final. Desde entonces compro en el súper y ante la emergencia acudo a uno de los híbridos entre tienda de abarrotes y minisúper --atendidos por chavitos emo que tratan de ligarme-- que ahora pueblan la colonia.

Al mes se me pasó la indignación, y muy de vez en cuando paso por la pollería cuando veo que no hay nadie. ¿Por qué todos terminamos soportando los desplantes del pollero?, me pregunto cuando veo la aglomeración digna de los mejores tiempos de los países comunistas ante el local.

Tengo varias teorías, algunas lógicas, otras patafísicas. Desde luego, no hay recauderías cerca y el mercado está a seis cuadras o más, además, hay que cruzar una avenida para llegar. Un día encontré al pollero con solo una clienta, una mujer cincuentona, con los cabellos teñidos de rubio: le daba terapia de "tú-vales-mucho-y-no-te-mereces-esto". La señora salió hasta sonriente, como flotando por sobre el asfalto.

Creo que el pollero confidente tiene a su clientela cautiva. E. opina que hasta puede ser el amante de la mitad de las amas de casa irremediablemente fieles a sus métodos meticulosos para limpiar aves. Yo creo que en el fondo, sabe que la mayoría de los que le compran aguantarán todo.

En un momento de desesperación kafkiana, con unas diez personas apretujadas en el local entre niños, maridos enviados por el aguacate y señoras con carrito de mercado una mujer tuvo la osadía de preguntar: "¿por qué no se contrata a alguien?". El pollero hizo una pausa en su parsimonioso arte para responder con una sonrisa pícara: "Es que no me sale".


Actualización a 2020. Algunos años después supe por O. Luna el nombre del pollero (que ahora no recuerdo). Luego el local lo compró una familia súper amable y eficiente donde me fiaban y a veces pasaba sólo a saludar. Vendían muchos productos locales como condimientos y sopes, y uno podía pedir verduras o frutas especiales por encargo, ahí di y recibí consejos de vecinas. Se volvió por años la tienda favorita de Milton y mía. El año pasado cambió de dueño otra vez. Nada es lo mismo. Creo que se ha vuelto un lugar medianamente surtido y útil, pero olvidable. Yo ya compro en otros lados.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Cosas que hacer después de visitar la expo de Cildo Meireles

Domingo. Día perezoso. Fuimos al MUAC a ver la exposición de Cildo Meireles, a desayunar en La Parroquia. La vida es una sucesión de pequeñas cotidianeidades, de instantes intrascendentes en los que, a veces, uno descubre oculta la felicidad.



Foto, EFE

Junto al lavabo, adivinando uno en el otro la sonrisa en la oscuridad, cantamos "sangre de perro, en los grifos"... "y lloras con tus lágrimas, lágrimas, lágrimas de sangre de perro". Bendito Corcovado.


En la tarde lavé mi bolsa roja recién comprada en Oaxaca. Me traje a Meireles a casa. Y dormimos, y dormimos. Y todo fue cálido, cotidiano, perfecto.


Para ver buenas imágenes de la exposición: el Flickr de Miguel Oz.

martes, 10 de noviembre de 2009

Para terminar con la maldición de Onetti... (Uuuuuuuuuuuuurge que se acabe lo maldito y empiece lo demás)

La maldición cayó sobre mí el día que toqué este libro, se hizo inevitable cuando escribí la reseña (mi favorita de las que he escrito, junto con una de Clariond de los tiempos de la Coordinación que ya no está en línea) y se intensificó hasta que me arrastré por el piso hace un par de días (literal y metafórico). He tocado fondo, supongo.

Así que para conjurar, citemos a Onetti:

La literatura es mentir bien la verdad.

(La frase, tomada de un blog que me encanta: el Frasario, alias "mi tanga de guerra").



Y para que pegue el ensalmo, la canción Little person, cortesía de Rodrigo, porque también "I do my little job. And live my little life".

Es de Jon Brion, el mismo que hizo la música de Eternal Sunshine of a Spotless Mind.

[20:21] Rodrigo: Ahorita estamos en esa etapa de asegurar la chuleta.
Adriana Isabel. Caminar por la navaja del ahora εïз: Mmm... yo ya me convencí que ese es el cuento que nos cuentan para explotarnos. Y a la chingada con todo. Mi fe en la divina providencia, san Bakunin y el orden del caos es absoluta.
Rodrigo: Jajaja. Sí, claro, también pienso eso. Sí, todo es una mentira.
Adriana: ¿Andan re locos con el bicentenario?
Rodrigo: Sí, con esa payasada de no se cuantos miles de pesos.
Adriana: Pasaremos a la posteridad como la generación que sobrevivió al presi enano y sus pinches ondas del bicentenario... Si sobrevivimos, claro.
Rodrigo: Jajajaj, así es.
[20:35] Rodrigo: ¡¡Oye, ya me dieron salida!!!. Me voy. ¡¡¡Cuídate!!!
Adriana: Huyeeeeeeeeeee
.
[20:36] Mensaje de meebo:
Rodrigo está desconectado.

miércoles, 28 de octubre de 2009

¿Por qué escribo? Cuando la vida nos traga sin antes masticarnos

(Él solía criticarme cuando hablábamos de la vida como algo personal. Porque la vida no es un ente personal, sino algo de lo más impersonal que tenemos).

No ha habido nada en los últimos dieciocho años que me haga dejar de escribir. Ni el amor, el desamor, las desilusiones, el miedo o la muerte de quienes me rodean. Ahora que he mantenido el vicio por tanto tiempo creo que no podría dejarlo, que mucho de mi definición de quien soy está en esta frase sencilla: yo escribo.

Escribo para recordar, pero también para dejar ir ciertos episodios. Para darle importancia a las cosas o quitársela. Para ponerle al mundo lo que no encuentro en él, para cambiarlo, para cambiarme.

Para que ciertas cosas de la vida no sólo pasen, sino puedan volver a pasar. Para que otras no pasen nunca más. Porque como dice Sabines, en parte quizá sí vivimos la vida sólo para recordarla.

A veces escribo para otros. En largas temporadas, sólo escribo para mí.

viernes, 23 de octubre de 2009

Mundos-abismos (Louise Glück)

Una de las mejores poetas estadounidenses contemporáneas. Traducida al español por el generoso Eduardo Chirinos. La conocí en otra traducción (impecable) de Pura López Colomé que, probablemente, nunca vea la luz porque los derechos de su obra en nuestro idioma los tiene Pre-textos de Valencia. Admiré a Pura como a pocas personas cuando terminábamos la edición de libro, que incluía El iris salvaje y otro libro: revisaba las pruebas desde su casa o desde el hospital mientras le daba batalla al cáncer.

[...] creamos mundos-abismos de separación


Para no dejar ir si uno lo encuentra:
Louise Glück, Proofs and Theories: Essays on Poetry, Ecco Press, 1994.

miércoles, 21 de octubre de 2009

¿Y si en vez de planear tanto voláramos un poco más alto?

Quino, en labios de Mafalda.

martes, 20 de octubre de 2009

Cuando Amador se encontró con la podredumbre. Cioran entrevistado por Savater

Un libro debe ser realmente una herida, debe trastornar la vida del lector de un modo u otro. Mi idea al escribir un libro es despertar a alguien, azotarle.


Émile M[ichele] Cioran, el rumano filósofo de la podredumbre, entrevistado por Fernando Savater.

Nota al pie: Ví a Esther Seligson por primera en la penumbra de un salón donde sólo relumbraban los espejitos de su túnica. Ella dirigía una lectura dramatizada de su más reciente libro y la gente a su alrededor murmuraba que se veía bien, que estaba mejor luego de (no lo decían), la muerte de su hijo. Habló de Irma Dávalos --a quien le prologó Para alcanzar la luna-- otra de las suicidas que cruzaron su vida.

Al final, un lector vestido de negro con chamarra de piel hizo una confesión que parecía quemarle la garganta: que la traducción que Seligson hizo de Cioran le había permitido seguir viviendo. Ella pidió que le regalaran un ejemplar de sus Apuntes sobre E. M. Cioran. Cuando le pedí que me dedicara un ejemplar, ella me respondió con una evasiva. Deseando desaparecer insistí: "¿aunque para mí también haya resultado indispensable?". Esther me dijo que era muy joven para entender tanta desolación. Y luego, mirándome bien, recordándose quizá cuando tuvo mi edad y descubrió al rumano, me escribió en tinta verde:

Que Cioran te contagie su alegría de vivir. Con amor,
Esther Seligson.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Cortázar zen

(...) la comprensión del extraño lenguaje de los maestros significa la comprensión de sí mismo por parte del discípulo y no la del sentido de ese lenguaje. Contrariamente a lo que podría deducir el astuto filósofo europeo, el lenguaje del maestro Zen transmite ideas y no sentimientos o intuiciones. Por eso no sirve en cuanto lenguaje en sí, pero como la elección de las frases proviene del maestro, el misterio se cumple en la región que le es propia y el discípulo se abre a sí mismos, se comprende, y la frase pedestre se vuelve llave.

Nota *** del capítulo 95. Cita suzukiana (de Daisetz Teitaro Suzuki).
Julio Cortázar,
México, Rayuela, Alfaguara, 1992.

Hablando sobre docencia

"Creo que muchas veces, los maestros nos equivocamos y cometemos errores tremendos por culpa de esos dos pecados que siempre vienen juntos: soberbia/autodesprecio".
(...)

Sobre la postura de los maestros (que fueron el único gremio que brindó más apoyo a Hitler que los banqueros):

"Creemos que tenemos el poder, pero nos rendimos servilemente a él. Nos sentimos menos y tratamos entonces, de ser esclavos y participar de las migajas de los poderosos... (...)".

Las citas tomadas de:
Alfredo Gabriel Páramo, "Aprendices de hechicero", en: El Occidental, sábado 12 de septiembre de 2009

martes, 13 de octubre de 2009

De Wilhelm, el filósofo enamorado (hermano del viajero Alexander)

Algunas naciones se contentan más con el cuadro del mundo que les presenta su lengua y sólo buscan en ella más luz, coherencia y armonía. Otras se incrustan más laboriosamente en el pensamiento, creen no poder dar suficiente importancia al concepto, hacerlo adecuado, y descuidan la propia completitud formal. En ambos lenguajes quedan las marcas de esto (...). s/p

Pues la lengua se enfrenta en el sentido más genuino con un dominio infinito y sin fronteras, el conjunto de todo lo pensable. Eso le obliga a hacer un uso infinito de medios finitos (…). p. 131

Un lenguaje tan perfecto como el homérico ha debido rodar muy largo trecho por entre las olas del canto, siglos enteros de los que ninguna crónica nos ha sido legada. (…) El lenguaje está profundamente imbricado en la evolución espiritual de la humanidad, a la cual acompaña en cada etapa de su progresar o decaer aquí y allá, y en él se reconoce el grado de cultura alcanzado en cada instante. p. 27


Wilhelm von Humboldt
Sobre la diversidad de la estructura del lenguaje humano y su influencia sobre el desarrollo espiritual de la humanidad
(introducción y prólogo de Ana Agud)
Barcelona, Anthropos, 1990

jueves, 8 de octubre de 2009

Mi nombre mil uno

Dicen que los amantes se inventan nombres para llamarse por el miedo de asumir la intensidad de sus sentimientos.

Así, soy ahora

niña de la playa

y aún, por unas semanas más, antes de que decida visitar de nuevo a mi peluquera japonesa de a cincuenta pesos

meni pelicorta
.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Sobre el abismo (a veces insalvable) entre imaginar y hacer. Caminando al borde

Los artistas teorizan sobre lo que quieren, pero hacen lo que pueden.

André Malraux


Digo yo que es difícil que cuando un artista tiene un gran deseo, un gran sueño no ponga toda la carne de su capacidad artística en el asador para lograr que esa desequilibrada balanza se nivele lo más posible y que entre su 'teorización' y la realidad de las obras enraizadas y emanadas de ella no haya más que la diferencia natural que media entre el vehículo de las palabras y el de las materias o instrumentos que hacen surgir las imágenes (…) ¡Gran deseo, gran sueño, que yo espero ir logrando despacito!

Carmen Pallarés

Ambas citas aparecen en un trabajo de María Rosal Nadales.

jueves, 1 de octubre de 2009

Cuando el mundo era nuevo, y todo pasaba de verdad por primera vez. Una carta que escribí en 2003...

Mi vida está por ahora en otra parte, muchos caminos me seducen a recorrerlos.  Me llaman por igual lo horrible y lo bello, las miserias y las cumbres de la vida.

Estoy releyendo en desorden La insoportable levedad del ser  —quizá nunca te lo dije, pero mi vida se podría contar en libros.  Y si lo hiciera, éste sería uno de los cruciales—.  La primera vez que lo leí fue casi entrando a la universidad, y vuelvo al libro como al agua cada vez que siento encontrarme entre sus páginas. 

La insoportable levedad es un libro hermoso, y como todas las obras de arte tiene la virtud de hablar a cada quien cosas distintas.  Tiene cuatro personajes cuya suma son algo más y algo menos que el yo del autor.  Cuatro personajes que a cada quien le dice algo sobre sí mismo. 

Teresa  es esposa de Tomás.  Tomás le es crónicamente infiel porque su vida es una empecinada búsqueda de la milésima de diferencia que existen entre una mujer y otra al momento del sexo.  Sólo cuando son viejos, Tomás accede a que dejen Praga para irse a vivir al  campo.

Siempre le había reprochado secretamente que no la amaba bastante.  Su propio amor estaba para ella fuera de toda sospecha, mientras que consideraba el amor del él como simple amabilidad. 
Ahora ve lo injusta que ha sido:  ¡Si de verdad hubiera sentido por Tomás un gran amor, hubiera tenido que permanecer con él en el extranjero!  ¡Allí Tomás estaba contento, se le abría la perspectiva de una nueva mida!  ¡Y a pesar de eso se fue de allí!  (...)  ¡En realidad sabía que vendría tras ella!  Lo atraía cada vez más hacia abajo, como atraen las ninfas a los campesinos hacia los pantanos para dejarlos morir allí.  (...)  Le hacía ir tras ella como si quisiese comprobar permanentemente que la amaba, hizo que fuera tras ella hasta llegar a este sitio:  con el pelo cano, cansado, con las manos medio destrozadas, que ya nunca podrán coger un bisturí.  Llegaron a un lugar del que ya no pueden ir a ninguna parte. 
Dios mío, ¿era necesario llegar hasta aquí para que creyera que la quería?
(...)
Teresa se fue a casa y llenó la bañera de agua.  Se sumergió en agua caliente pensando que toda la vida había utilizado sus propias debilidades en contra de Tomás.  Todos tendemos a considerar la fuerza como culpable y la debilidad como víctima inocente.  Pero Teresa ahora lo comprende.  ¡en su caso ha sido al revés!  (...)  Su debilidad era agresiva y le obligaba a constantes rendiciones, hasta que por fin dejó de ser fuerte y se convirtió en un conejito en su regazo.
(...)
Ella había llegado adonde quería llegar:  siempre había deseado que fura viejo.  Volvió a acordarse del conejito al que apretaba contra su cara en su habitación infantil.
¿Qué significa convertirse en conejito?  Significa perder toda fuerza.  Significa que uno ya no es más fuerte que el otro.


Esto es de Sabina.  Sabina es una pintora, una de las tantas amantes de Tomás.  Finalmente ambos dejan de verse, y Sabina se vuelve amante de Franz.

Se acordaba de su encuentro en el compartimiento del tren en Ámsterdam. Aquella vez tuvo ganas de caer de rodillas ante él  y pedirle que la retuviera aunque fuera por la fuerza y que nunca la dejase ir.  Aquella vez deseó que terminara de una vez ese peligroso camino de traiciones.  Deseó detenerse.

Sabina es el personaje de los abandonos en la novela, la que siempre se está yendo, la que queda sola.  La que "traicionó" a sus padres, a su patria, a sus amantes.

Pero para sus adentros añadió lo siguiente:  Franz es fuerte, pero su fuerza se dirige sólo hacia fuera.  Con respecto alas personas con las que vive, a las que quiere, es débil.  La debilidad de Franz se llama bondad.  Franz nunca podría darle órdenes a Sabina.  (..)  hay cosas que sólo pueden hacerse con violencia.  El amor físico es impensable sin violencia. (...)
Sabina continuó con su meditación melancólica:  ¿Y si tuviera un hombre que le diera órdenes?  ¿Alguien que quisiera ser su amo?  ¿Cuánto tiempo iba a aguantar.  ¡Ni siquiera cinco minutos!  De lo cual se deduce que no hay hombre que le vaya bien.  ni fuerte ni débil.

A veces me siento tanto como Sabina... abandonando, traicionando.  Es un camino que nunca termina, pero es el camino que elegimos algunos.

diciembre de 2003

Milán Kundera
La insportable levedad del ser
México, Tusquets, 2002.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

¿Qué es un escritor con huevos? Charla con Rafael Toriz pirateada del cara-libro

Rafael Toriz Este es un escritor con huevos, "ETA es una banda paramafiosa, que trafica con cocaína": http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2009/08/31/_-01989425.htm
Saviano explicó, durante una rueda de prensa en Santander, al norte de España, que esta "idea" la obtuvo de una investigación del departamento antimafia de la Policía italiana en los años noventa, que ...


Adriana Del Moral
Aunque no sé si son más huevos los de Saviano, o los de Esther Seligson, una de las mejores escritoras "desconocidas" de México. Saviano es implacable con la realidad. Seligson con la realidad interna.
Y desde luego, recordemos los huevos de Salman Rushdie (y los A. Maalouf). Escribir es una profesión de alto riesgo.
01 de septiembre a las 10:18 · 


Rafael Toriz
A mi me parece que Seligson es una grandísima ensayista lírica, intensa y sensible; sin embargo tomar la política por los cuernos es una épica que ya no se ve en nuestros tiempos, mucho menos en las filas de la lit mexicana. Saviano, como los bragados, algo tiene de orate...Seligson, por el contrario, de comodidad. Saludos. Y concuerdo: escribir es un acto de combustión.
01 de septiembre a las 10:49


Adriana Del Moral
La cronopia y unos cuates. A ver, retomo. creo que hay de huevos a huevos, de épicas a épicas. Simiente es el libro más cojonudo, más doloroso, más intenso, más honesto que he leído en los últimos tres años, y leo un chingo. No creo que sea nada cómodo escribir de cómo tu hijo mató y se mató, escribirlo sin parcialidades, juzgarte con tanta dureza pero sin golpes de pecho.
Y de los orates que le entran a escribir de política... bueno, es una discusión más larga. Pero creo que muchos se asumen más periodistas que escritores. Y a veces las fronteras no son simples... ¿Conoces Sentido contrario de Luis Hernández Navarro? Quizá autocomplaciente en algunas cosas, en otras, de huevos también.
23 de septiembre a las 2:30

Posdata: ¿Acaso no
Kapuściński merecía el Nobel más que muchos señores y señoras estirados que lo han ganado?

jueves, 17 de septiembre de 2009

¿Maestra?

¿Estaba loca cuando elegí mudar mi quehacer a uno de los campos más demandantes, desgastantes y para colmo, mal pagados que existen?

Loca siempre he estado, ya me lo decían hasta en la facultad.

Me digo que lo que quería era cambiar al mundo, sentir que mi trabajo era importante, que significaba algo para alguien.

Quizá es que, como me dijo el hombre más sabio que conozco: "la vida se trata de eso, de encontrar qué es lo que vale la pena hacer. Y no es una respuesta que tengas que encontrar hoy, ni mañana, es una búsqueda de toda la vida".

Supongo que es como me lo dijo: una oportunidad para aprender mucho, con mis seis sentidos.

No sé por qué, estoy llorando.

(Es y no por lo que dijo Miguel: Así es trabajar con seres humanos).

Collage de Neruda (para el día nublado)

Es la mañana llena de tempestad
en el corazón del verano.
(...)
Innumerable corazón del viento
latiendo sobre nuestro silencio enamorado.


(El cuarto de los veinte poemas y la canción desesperada)


La niña de madera no llegó caminando:
allí de pronto estuvo sentada en los ladrillos,
viejas flores del mar cubrían su cabeza,
su mirada tenía tristeza de raíces.

Allí quedó mirando nuestras vidas abiertas,
el ir y ser y andar y volver por la tierra,
el día destiñendo sus pétalos graduales.
Vigilaba sin vernos la niña de madera.

La niña coronada por las antiguas olas,
allí miraba con sus ojos derrotados:
sabía que vivimos en una red remota

de tiempo y agua y olas y sonidos y lluvia,
sin saber si existimos o si somos su sueño.
Ésta es la historia de la muchacha de madera.

(Soneto lxviii de los cien sonetos de amor)

viernes, 11 de septiembre de 2009

De Locke, sobre identidad. Por eso estamos jodidos...

Tan lejos como esta conciencia pueda extenderse hacia atrás a cualquier acto o pensamiento pasado, hasta allí alcanza la identidad de esa persona

Ensayo sobre el entendimiento humano, libro II, capítulo xvii, sección 9

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Sobre el periodismo y la política

(Notas de la odisea a la que Oliver me invitó, y ahí va la crédula...)

¿Por qué soy periodista? Porque desde muy pequeño, descubrí que mi mejor forma de desenvolverme en el mundo era a través de la escritura y la lectura. El periodismo es, en el fondo, una excusa para crecer como persona a partir de ese fundamento y vivir de eso, transmitiendo mi visión ética a mis lectores y forzarme a viajar e investigar para tener algo sobre lo que escribir.

(...) la sociedad es el resultado del trabajo de animales políticos y la vida, en el fondo, es una dialéctica continua entre la respuesta a hechos inesperados y, sobre todo, volver la vista atrás para buscar semejanzas entre el presente y lo experimentado.

¿Hasta cuándo? El periodismo y la escritura, como el amor, es eterno mientras dure.

José G. Fernández (editor de Suite 101)

domingo, 23 de agosto de 2009

Y todo por una gripa...

I make mistakes, I am out of control and at times hard to handle. But if you can't handle me at my worst, then you sure as hell don't deserve me at my best.

Marilyn Monroe

miércoles, 19 de agosto de 2009

Miércoles rojo italiano (Gramsci vive, y que con nosotros esté)

Todas las frases del mismo italiano sobre el que Mussolini dijo: "Hay que detener esa cabeza".

Instrúyanse, porque necesitaremos toda nuestra inteligencia. Conmuévanse, porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo. Organícense, porque necesitaremos toda nuestra fuerza.

Si un enemigo nos hace daño y nos lamentamos somos estúpidos, porque la función de un enemigo es hacernos daño.

Todos los hombres son intelectuales pero no todos ejercen esa función en la sociedad.

Antonio Gramsci



Dedicatorias y agradecimientos a Diana Neri, que en su blog encontré la primera cita. Al Manual de lecturas rápidas para la superviviencia, y a él. Por forzarme con sus palabras y sus haceres a asumirme intelectual. Porque Gramsci lo dice mejor que nadie. Y porque ojalá podamos ser en nuestros respectivos lugares como él. Por mis alumnos, por sus niños, por nuestros sobrinos, por el otro mundo que es posible.

lunes, 17 de agosto de 2009

Una palmera entre un millón (y lo amo)

Por el placer del recuerdo. Porque hoy te amo más que entonces, mucho más, de más formas. Porque sí, sí me veo anciana a tu lado.

Dice el amor de Poncho...

Va con agradecimiento para Poncho por todo. Porque hemos crecido juntos desde la universidad, pero en especial por lo que hemos crecido después. Te quiero y te admiro, colega.

Seguiré escribiendo si no veo algo tan digno del amor que no tenga que escribirlo porque me baste con contemplarlo.

Álvaro Pombo
(del Twitter de Anagrama)


sábado, 15 de agosto de 2009

Peligros (no advertidos e imaginario/paranoicos) de la Facultad de Filosofía

Por aquello de Lucía M. Por el hombre que murió asesinado afuera de la Facu.
Porque los que, a pesar de todo, y por todo, queremos de vuelta el Che.
Por los que dependían de la piracoteca para abastecerse o sostenerese.
Hasta que la verdad (con minúsculas y en plural) se forme entre nosotros.

Se lo dije a Alfredo comiendo donde los Krishna:

Siento que cada vez soy más respetuosa de todos los cultos (y la mayoría de las prácticas espirituales), y a la vez más agnóstica.

Pinches/benditas vicisitudes de jugar a la filosofía.

P.D. Deberían poner un aviso (aunque fuera en letras pequeñitas afuera de la Facultad: PRECAUCIÓN al cruzar este umbral sólo hay camino de ida, y usted puede acabar siendo un paria social, un eremita, un loco o todas las anteriores)
P.D. P. El letrero estaría mejor que (y mejor aún en vez de) sus encabronantes carteles de los espación públicos de la UNAM son para los universitarios. ¿Qué no la Universidad la pagamos todos con nuestros impuestos? Ora resulta.

lunes, 20 de julio de 2009

You can get what you want or you can just get old. Así fui cuando era adolescente.

Encontré el blog de esta chica quizá por casualidad y quizá no tanto. Una adolescente de Buenos Aires muy guapa que hace teatro. Si hubiera sido más feliz a los 15, seguro habría sido así.
Me llegó esta entrada suya (varios acentos míos).

Si les gusta, visítenla acá. Lo vale.


Me gustan los días que no hace ni mucho frío ni mucho calor.. me siento bien sin necesidad de nada. Me gusta remolonear en la cama antes de levantarme, por alguna razón lo difruto mas que lo que dormí toda la noche. Me gusta cuando tengo un día muy lleno de cosas o completamente vacío y no hacer nada, me atraen ambos extremos. Me gusta pensar y analizar todo mil veces aunque después me canse y me quiera cortar la cabeza para no pensar más. Me gustan los abrazos que les doy a mis perras, o cuando jugamos, nos entendemos tan bien. Me gusta darle abrazos a la gente que quiero y hacerles sentir bien. No me gusta pelear y trato de no hacerlo pero para no pelear simplemente hay cosas que por una cierta cantidad de tiempo me las puedo callar . Hay cosas que no me las puedo callar ni por segundos, las tengo que decir ya en ese momento y contestarlas de esa forma en particular. Me gusta darme cuenta de los momentos que vivo y marcarlos como los buenos, me gusta vivir de esa forma el presente y darme cuenta cuando cosas buenas me pasan....aunque sea casi nunca últimamente. Me gusta ver el lado positivo de las cosas, aunque a veces la gente te la complica bastante. Cuando estoy mal me gusta hacer de cuenta que estoy bien y que no pasa nada. Me gusta que me agarren ataques raros y de repente me pinte hacer cosas que nunca hago o ir a lugares donde nunca voy. Me gusta que siempre sean las mismas personas las que me acompañen en todo. Me gusta ser tan simple como soy a veces, y odio cuando me la complico sola. pero juro que no pido mucho... si supieran lo poco que pido para ser feliz. Me gusta cruzarme por la vida con esas personas que tienen esa buena onda que contagia... que te hacen reír, que te hacen sentir bien, que simplemente siendo como son, sin un mínimo esfuerzo mas, te hacen pensar que buenas personas son. Me gustaría sacar de mi vida a personas que nunca tendrían que haber aparecido o deshacer cosas que nunca tendrían que haber pasado. Analizándolo tome tantos caminos distintos tantas veces que mi vida ahora podría ser como de 4 maneras distintas. Rescato muy poco de todo lo ocurrido. Pero la vida pasó y como paso me forme, y me gusta como soy, con todas mis cosas, todos mis nervios mis ataques, mis gustos, mis humores, y así es como me quiero quedar. Me gusta la lluvia pero la de verano, esa lluvia sin viento y que no te da frío. Me gusta mojarme cuando es así. Me gusta salir y pasarla bien, reírme, bailar, joder, con esas personas con las que hacemos un click increíble y que nos llevamos tan bien, y aunque piensen que saben de quienes hablo...no saben un carajo. Nunca saben lo que digo, todo se supone. Sólo yo se lo que pienso, lo que digo y lo que no digo.
Hay tantas cosas que no digo que no se lo imaginarían.


Si musicalizara la entrada, sería con Vienna de Billy Joel. Canción preciosa.

jueves, 16 de julio de 2009

Viernes romántico (que en realidad era jueves)

Del twitter de Chela: Yo por él haria un mapa en mi piel donde mi cuerpo fuera ese lugar que él llamara hogar.

Del messenguer de Paco:
Voy a llevar tu nombre como protección; como un amuleto, como relicario, como escapulario de jade sobre el pecho.

Dice Alejandro Páez Varela (que, pese a lo que Carlos piense, sí es buen escritor)

La mayoría de nosotros tenemos causas perdidas. Yo tengo la mía: lleva mi nombre. La mitad de una causa perdida se alimenta de la otra. Y así, por fortuna, nos vamos extinguiendo.

martes, 14 de julio de 2009

De los alardes de Calderón, o si no tiene con qué, mejor no presuma

Hace un tiempo escribí sobre la desafortunadísima declaración de Calderón de que "es el narco o el Estado" (¿y qué no son los mismos, podrían preguntarse algunos por aquello de la familia en Michoacán?).
Además de que en general la violencia produce violencia, y de que el problema del narcotráfico hay que enfrentarlo desde el fondo que son los adictos, lo que me parece más estúpido de la política calderonista contra el narco son sus alardes informativos. Como si un paralítico metido a torero se empeñara en meterle banderillas al animal.
El ejército está probando su incapacidad para derrotar al narcotráfico, como ya lo habían demostrado las policías locales y federales. Y a nuestro presidente lo mejor que se le ocurre es avisar sus "enormes" triunfos por todo lo alto para ver si el toro termina por una vez de cornarlo.
A la súper parafernalia noticiosa acompañada por spots del gobierno federal ostentando la captura de Arnoldo Rueda, alias "La Minsa" --capo de la familia en Michoacán-- el cártel respondió con ataques el sábado, el domingo y el lunes contra instalaciones policiales en ese estado, Guanajuato y Guerrero.
Además, ya se confirmó que las doce personas asesinadas y decapitadas que se encontraron en una carretera de Michoacán eran agentes de la policía federal. El mensaje que se encontró con los cuerpos: “ya los traemos, los estamos esperando, vengan por otro” (las comas son mías).
No digo que la cobardía sea la mejor estrategia para combatir a un enemigo. Sólo que, tratándose de criminales, se corre el riesgo de que contesten a quienes se presumen "héroes" firmado en sangre. ¿Es esa la lucha contra el narco que el país necesita?

La nota completa acá.

P.D. Calderón presume de valiente por enfrentar al narco "de frente". He visto sus escoltas y pasé días sin poder llegar a mi trabajo en el Centro Histórico porque se desplegaban operativos ridículamente grandes para protegerlo. Valientes son las madres, hijos y espos@s de los policías y militares que han sido asesinados en esta guerra a la que no se le ve fin. ¿Queremos llegar al día en que todos hayamos perdido a un familiar en esta lucha?.

lunes, 6 de julio de 2009

O somos pendejos o ya se nos olvidó

En la calle de atrás de donde vivo estaba la casa de campaña del diputado local por el PRI. Más de una vez sentí ganas de ponerles una pinta como "¿Creen que no tenemos memoria o qué?" "El partido que acribilló a los estudiantes en 68, que provocó las peores devaluaciones del peso, que desapareció familias en los 70 y 80".



O, parodiando su lema: "Cinismo espartano, misma actitud".

Nunca conseguí la lata de pintura ni hice el stencil.



Hoy descubrí que, cuando despertamos, el dinosaurio aún estaba ahí: fuimos tan estúpidos o tan desmemoriados como para revivirlo.

Si antes, con serias dudas sobre su legitimidad, hacían lo que les venía en gana... ¿ahora quién podrá pararlos?



Y lo dije muchas veces... si gana el PRI en 2010, yo me largo. No me siento capaz de vivir en un país capaz de hacerse ese harakiri.

lunes, 29 de junio de 2009

Del Gabo. "Para Mercedes, por supuesto".

Estaba contra toda razón científica que dos personas apenas conocidas, sin parentesco alguno entre sí, con caracteres distintos, con culturas distintas, y hasta con sexos distintos, se vieran comprometidas de golpe a vivir juntas, a dormir en la misma cama, a compartir dos destinos que tal vez estuvieran determinados en sentidos divergentes. p. 286

Con ella aprendió Florentino Ariza lo que ya había padecido muchas veces sin saberlo: se puede estar enamorado de varias personas a la vez, y de todas con el mismo dolor, sin traicionar a ninguna. Solitario entre la muchedumbre del muelle, se había dicho con un golpe de rabia: "El corazón tiene más cuartos que un hotel de putas". p.370

Gabriel García Márquez, El amor en los tiempos del cólera, Colombia, Diana, 1985.

domingo, 28 de junio de 2009

Amores que matan nunca mueren.

Contigo, Joaquín Sabina

miércoles, 24 de junio de 2009

To love (a tree)

There's a light
A certain kind of light
That never shone on me
I want my life to lived with you
Lived with you
There's a way everybody say
To do each and every little thing
But what does it bring
If I ain't got you, ain't got ?
You don't know what it's like, baby
You don't know what it's like

To love somebody
To love somebody
To love somebody
The way I love you

There's brain
I see your face again
I know my frame of mind
You ain't got to be so blind
And I'm blind, so very blind
I'm a man, can't you see
What I am
I live and breathe for you
But what good does it do
If I ain't got you, ain't got ?


La versión de Nina Simone, buenísima, acá.

Sólo por ti, sólo contigo, las noches de maldormir abrazados en sitios invariablemente demasiado estrechos.
Sólo por ti abrazarme a la piel de ella soportando los interrogatorios, las miradas recelosas. Sólo por ti guiarla de la mano, bajar con ella las escaleras abrazada.
Sólo por ti las madrugadas en Bellas Artes, las dialécticas infinitas, la honestidad hasta doler.
Sólo contigo la esperanza siempre más fuerte que todo, en este amor sin nombres y sin fronteras.

viernes, 19 de junio de 2009

Juanjo Semillas o Juan José Millás

Conocí a Millás porque una maestra de la unversidad que hizo su maestría y doctorado en Madrid estaba enamorada de él. Tenía todos sus libros y lo consideraba un ejemplo canónico del periodismo literario moderno. En 2007, Juan José Millás recibió el premio de novela Planeta por una obra autobiográfica.

Sus articuentos son textos breves que aparecen --¿aparecían?-- los viernes en El País. Ya nos gustaría ver algo así en la presa nacional un viernes de estos. Porque admitámoslo, doña Cristina Pacheco y su mar de historias llegan a ser monótonos.

Este es un fragmento del articuento 195:

"Tenemos una pasión curiosa por la cáscara, de ahí la afición a las cajas, sobre todo a las cajas fuertes. Hay personas que coleccionan pastilleros vacíos, que viene a ser lo mismo que guardar bolígrafos sin tinta, con los que sólo se pueden escribir poemas inexistentes, que muchas veces son los mejores. (...)
"Conviene sacarse punta cada mañana, pese al espanto de ver cómo se agota uno. Lo complicado de sacarse punta es saber cuánto te tienes que afilar para escribir lo suficientemente claro sin romperte antes de que hayas acabado la novela o la vida".

lunes, 1 de junio de 2009

...el amor es simplemente eso:
la forma del comienzo
tercamente escondida
detrás de los finales.


Roberto Juarroz


martes, 19 de mayo de 2009

Onetti: lugares que están en ninguna parte

Este mes ha sido el mes de Juan Carlos Onetti. La obra del uruguayo es densa, poblada de seres fracasados que escapan de la realidad a través de la fantasía, el alcohol o el sexo. Dejo unas citas de dos de sus obras sobre Santa María (su Comala o Macondo personal): Dejemos hablar al viento y El astillero.

"Es fácil dibujar un mapa del lugar y un plano de Santa María, además de darle nombre; pero hay que poner una luz especial en ada cadasa de negocio, en cada zaguán y en cada esquina. Hay que dar una forma a las nubes bajas que derivan sobre el campanario d ela iglesia y las azoteas con balustradas cremas y rosas; hay que repartir mobiliarios disgustantes, hay que aceptar lo que se odia, hay que acarrear gente, de no se sabe dónde, para que habiten, ensucien, conmuevan, sean felices y malgasten". p. 51

(Se estuvo riendo sin burla; no creaía, simplemnte. Pero como yo estaba enloquecido de amor por ella y además ella no me importaba, pude soñarla en la mñanaa gris, avanzando a la orilla del agua, pequeña, encogida y friolenta, buscando alos pescadores, buscando herir al mundo y, tal vez, de paso también a mí dormido, ausente, arropado, incapaz de quererla como ella había imaginado el amor.) p. 98

Llegamos a la casa y la vimos cerrada, muda y ciega; vimos nuestras maletas en lo alto de la escalera de entrada; vimos, clavado en la puerta el cartel que decía: EL VERANO SE ACABÓ (...). p. 102

La dejé ir y estuve esperando mientras me sentía estafado y moribundo de amor. p. 104

Ella o él que se querían desde los catorce años por encima y por debajo de todas las plabras conocidas y de todas las palabras que un genio o un imbécil tartamudo pudiera componer para expresar lo indecible, para empequeñecer y manchar aquella pureza de setenta y cinco años. p. 127

Medio mes o veinte días vivimos en la cama y el cielo iba cayendo pulverizado en el cuarto (...). Detrás de la consabida ordinariez del tipo estaba el día claro enmarcado por la complicada geometría de la pared quebrada. La gran bola asesisna del Señor giraba lenta sobre un fondo azul ya teñido de otoño. p. 129

Recordó que había nacido para la espera ciega y estúpida, para un corto estío, para una serie de puntuales decepciones con las que era necesario construir una vida. p. 221

Juan Carlos Onetti, Dejemos hablar al viento, Barcelona, Seix Barral, 1984.


Sospechó, de golpe, lo que todos llegan a comprender, más tarde o más temprano: que era el único hombre vivo en un mundo ocupado por fantasmas, que la comunicación era imposible y ni siquiera deseable, que tanto daba la lástima como el odio, que un tolerante hastío, una participación dividida entre el respeto y la sensualidad eran lo único que podía ser exigido y convenía dar. p. 299

Juan Carlos Onetti, El astillero, Colombia, Editorial La Oveja Negra, 1984.


lunes, 18 de mayo de 2009

Por los que se van... el poema que le dedicó Miguel y Viceversa

No te salves

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma

no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios

no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana

y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo


Viceversa

Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte

tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte

tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte

o sea
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.

Ambos poemas de Mario Benedetti, poeta uruguayo que murió un domingo de lluvia.

Decepcionada del fin del mundo, o la primavera de la influenza

He soñado con el fin del mundo un par de veces. Y en mis momentos más lúcidos digo que el mundo se ha acabado en realidad muchas veces. Pero de todos los apocalipsis que imaginé posibles, ninguno tan decepcionante como la gente con cubrebocas en el metro, las calles desiertas y las noticias una y otra vez con lo mismo de la influenza.

Mejor la canción de Lhasa: "Llegarás mañana para el fin del mundo..."


La imagen, tomada de:karenastrid.deviantart.com




Epidemia de pánico, del flickr de Eneas.

lunes, 20 de abril de 2009

Tú y yo no armamos un nosotros

...me quedé pensando en lo lindo que habría sido si yo no fuera yo, ni a ti te diera tanto por ser como tú. Porque lo que somos tú y yo no armamos un nosotros, por más que no dejemos nunca de extrañarnos.

Diablo Guardián, Xavier Velasco

domingo, 22 de marzo de 2009

Es un vacío que te va comiendo por dentro, una ansiedad que no deja lugar para palabras.

Miedo a lo que pase, pero peor, miedo a que nada pase.

Visiones que te cruzan como presagios: la cobija morada estaría buena para usarla si vivieras en la calle, si él te deja va a ser tu culpa.

Dicen que vivir es fácil, basta con no hacer nada en contra y listo. Y aún así, hay días que no lo consigo.

lunes, 9 de marzo de 2009

¿Quién quiere "un país de lectores"?

Quise subir los comentarios de una entrada en el blog de Oliver. Porque me parece que leer y escribir son cosas terriblemente subversivas y que, por ende, muchos tienen ganas de prohibir aunque se escuden tras lemas de "Hacia un país de lectores".

Hacernos un país de lectores significaría cosas duras: Primero, una mejor y mayor educación básica, con mejores maestros y salarios más justos para ellos. Y ese simple hecho implica toda una revolución social y cultural que el gobierno no está dispuesta a costear como lo muestra con los recortes de presupuesto al sector educativo y las alianzas con caciques de los sindicatos magisteriales, acompañada de descrédito para la lucha magisterial dura.

Un país de lectores significaría también un campo de pólvora listo para estallar al menor chispazo. Porque la verdad nos hace libres, peligrosamente libres, y no para transitar por un solo camino.


La ilustración es una foto de Dorothea Lange... si conocen su título, ¡díganmelo!


Palomilla Apocatastásica dijo...
Efectivamente yo te doy 7 razones para no leer:Leer nos cambia, por que nos permite reflexionar y retomar ideas que antes no eran claras. Nos ofrece nuevos panoramas por explorar.Leer nos hace pensar, de esa manera en la que las ideas refrescan la mente y la obligan a funcionar. La lectura es anárquica, no acepta jerarquías, horarios, reglas. Puedes empezar en medio, releer los capítulos cuantas veces quieras, revolver la letras. Incluso aborrecer o amar ciertos textos. Ahí cada quien hace lo que quiere con la lectura.Los libros eliminan fronteras, así viajamos entre las páginas por países exóticos, por espacios intangibles, sin pasaportes, gastos excesivos ni contratiempos con las agencias de viajes. Tampoco hay diferencia entre personas, ahí todos son iguales, cada personaje en su contexto. En la lectura siempre hay optimismo, a pesar de que sea un tema árido, existe la posibilidad de crear finales alternativos, de cerrar las páginas y tomar un respiro luego del susto, de la náusea, del acoso. El libro es un amigo de la conversación, así que mientras más lees, más ideas locas llegan a la cabeza y se rehúsan a guardar silencio. Salen en las reuniones y se comparten, crecen y se liberan de forma exponencial. Leer es un placer y como socialmente casi todo lo placentero esta prohibido, pues obviamente hay que abusar de ese deleite.

Julián Iriarte (bueno, ya: Oliver) dijo...
Te doy una octava: leer es un acto que se rige por dinámicas que a nadie convienen, que nadie quiere, que muchos penan y que, sin embargo, todo mundo apoyará y aplaudirá y dirá sus mejores loas. No sé si estoy de acuerdo con tus siete, pero no es cosa de responder de bote pronto. Deja rumiarlo un par de días, o desenterrar mis notas.

viernes, 6 de marzo de 2009

Amigos: Febrero que dura todo el año. Arendt y The Beatles

Lo mejor de mi vida, siempre lo he dicho, es la gente que he conocido en el camino. O como lo digo de otra forma: desde que me declaré agnóstica mi única religión ha sido la amistad.
 
La depresión es una cosa hereditaria, clínica y potencialmente mortal en mi familia. Los que me conocen saben que tengo mi buena carga de eso, y por lo mismo, tengo la fortuna de ser una persona a quien le han salvado la vida muchas veces, literalmente, pero también de maneras más sutiles y necesarias.
 
Los últimos quince días he necesitado una dosis extra de ánimo y mi mamá me hizo la cena un par de veces la semana pasada. Rosalía, mi ex jefa adorada, me escribió unas frases súper consoladoras en correos y el chat. Un periodista que conocí en Sedesol me ayudó a corregir mi currículum, mi amigo Miguel me regaló una dosis extra de abrazos y motivos para reír (de él sobre todo, pero también de mí) y mi amiga Perla, mi angelito güero, me ofreció ayuda con mi mudanza. Y como esos, otras decenas de gestos que han hecho que por fin vea el sol sobre mi cabeza.
 
 
Como es bien sabido, los antiguos consideraban que los amigos eran indispensables para la vida humana, que una vida sin amigos no valía la pena de ser vivida. Al sostener esto, no daban gran importancia a la idea de que necesitamos la ayuda de los amigos cuando tenemos dificultades; por el contrario, pensaban que no puede haber felicidad ni buena fortuna para nadie a menos que un amigo comparta su alegría.
  
Hannah Arendt, Hombres en tiempos de oscuridad
  
Oh I get by with a little help from my friends
Mm going to try with a little help from my friends
Oh I get high with a little help from my friends
Yes I get by with a little help from my friends
With a little help from my friends
 
De The Beatles

jueves, 5 de marzo de 2009

Para alentar la creatividad (o encontrar aire en el agujero laboral), frases del msn de Freddy

Imagination will often carry us to worlds that never were. But without it we go nowhere
--Carl Sagan
 
Si lo que estás haciendo no es divertido, estás haciendo algo mal.
-- Albert Einstein

viernes, 27 de febrero de 2009

Y preferimos el autoritarismo antes que el desorden... O de lo que nos dicen para justificar sus chingaderas

Ojeaba los periódicos cuando me golpeó el titular:

FELIPE CALDERÓN A JORGE ZEPEDA PATTERSON: "EL NARCO PASÓ DEL TRASIEGO AL CONTROL TERRITORIAL. SON ELLOS O NOSOTROS; NO HAY REGRESO. ES LA DELINCUENCIA LA QUE VIOLA LOS DERECHOS HUMANOS".

El trancazo me remitió hasta aquellos días aciagos que siguieron a las elecciones de 2006. Y recordé la conclusión amarga que ellas nos dejaron: Que como sociedad preferimos el autoritarismo que el desorden.

Quizá es una perogrullada para un país donde uno de los íconos de progreso más enarbolados es un dictador que mató a mineros, opositores y cuanto se interpusiera en su "orden y progreso" y al mismo tiempo dio rostro al país como lo conocemos: desde el tren hasta Bellas Artes (léase Porfirio Díaz).

Mi segundo pensamiento fue para el futuro: ¿llegaremos a vivir la parafernalia represiva que vislumbraron Welles y Jack London? O, más realista: ¿Qué sigue? ¿Volvernos como Estados Unidos un país donde el gobierno vive de aterrorizar a la población para justificar un mayor (e inútil) gasto en defensa, armamento, policía y milicia? ¿Colombianizarnos? Es decir, vivir en un país donde la población civil vive indefesa entre dos fuegos: el del Estado y el del narcotráfico. Y al final, quizá despertar para darnos cuenta de que ambos fuegos no son tan distintos, sino más bien escalofriantemente parecidos.

Al final, mi pesimista habla: si hubiera que elegir entre el narcogobierno y los represores, me quedo con el narco. Al menos, tienen más agallas e imaginación. Hasta museos han construido, el templo de Malverde me atrae más que la Basílica y han pagado escuelas y vivienda donde nuestro gobierno no las paga. Gobierno y narco admnistran nuestro dinero, ¿ustedes por quién votan?

(Antes de que me acusen de apología del narco, diré que esto encierra un sofisma, porque el problema de entrada está mal planteado: el asunto de fondo es el consumo. ¿Cómo parar el consumo? Con educación y servicios de salud. Y aún así, no parará del todo, pero sí disminuiría la masacre narco-policial. Lo demás son respuestas fáciles.)


En una entrevista realizada por el director editorial de EL UNIVERSAL, Jorge Zepeda Patterson,el presidente Felipe Calderón plantea una disyuntiva inédita para los mexicanos: "O son los narcos o es el Estado". Es consciente del costo colateral de la guerra que se libra; cuando se le comentan las crecientes inquietudes por la violación de derechos humanos, señala que, a la hora de evaluar, "siempre serán menores que los costos asociados a simplemente dejar pasar a la criminalidad". En entrevista en su oficina de Los Pinos, muestra su constante preocupación por la crisis que azota al país. También está consciente del repunte del PRI en las encuestas, y de los últimos gazapos de sus secretarios ("sin duda hemos fallado en la comunicación, refiriéndome a los comentarios que han hecho colaboradores míos recientemente", dice). Pero el tema que lo ocupa, y al que vuelve después de cada pregunta, es el narco, dice Zepeda Patterson en esta entrevista con el presidente. "Yo creo que México ha pagado en el pasado y está pagando un alto costo derivado de la inseguridad, y precisamente es el costo que tenemos que medir a la hora de evaluar estas acciones. Es decir: me parece que los costos asociados a combatir la inseguridad con determinación son siempre menores, abismalmente menores", sostiene Calderón. —Pero eso equivaldría a considerar los derechos civiles, los derechos humanos, como algo prescindible en esta batalla…, —se le pregunta. "Yo creo que afortunadamente estamos en un Estado democrático, y lo exigente de este reto es hacer este combate en el marco de los derechos humanos; pero sin perder de vista que la mayor amenaza es la criminalidad", insiste. Calderón dice que poca gente advierte que ha habido un cambio en la lógica de las organizaciones criminales. "En el pasado, los narcotraficantes eran eso: organizaciones enfocadas al trasiego. Y punto. Por su propia naturaleza, este 'mode - lo de negocios' debía tener un bajo perfil. Sin embargo, en los últimos años hubo un cambio sustancial: el negocio se amplió a la distribución y al consumo de la droga en México, y eso cambia totalmente los parámetros de su actividad."

martes, 24 de febrero de 2009

Buscar para no encontrar

Febrero, que aún no termina, fue el mes de Gustavo Sainz. Empecé a leerlo porque un amigo me dijo que su novela Obsesivos días circulares parte de la misma idea que yo tengo para un libro. Ahora me pregunto sobre la forma misteriosa en que cada quien elabora su lectura. Y creo que debo hablar con mi amigo, porque no encontré en libro nada de lo que buscaba, aunque sí muchas otras cosas. Dejo acá unas citas.
¿Quién dice que amamos para destruir el amor, que el amor se gasta, que el amor no es pasión conflictiva sino amistad displicente? p. 109
¿Sientes pasar la vida, la muerte, el galope de un jinete perdido del apocalipsis? p. 110


Gustavo Sainz en Iowa,
en el tiempo en que escribía su novela.


Vienen a lo lejos las olas como manadas de caballos salvajes, adornados con crines de plata, empujándose, atropellándose; asaltan las rocas, se apoderan de ellas; pero como si les faltara la confianza en su dominación, la confianza en su justicia, vuelven atrás con el clamor de un ejército derrotado, en láminas brillantes, en hilos de agua, en blancos espumarajos. Pío Baroja, Las inquietudes de Shanti Andía, citado en p. 187

La portada de la edición de la SEP.
Más de dos me miraron raro cuando leía en el trolebús.

El maestro, dice, olvida a menudo que el lenguaje es ese fuego interior dado al hombre para penetrar en la realidad del mundo. p. 215

Gustavo Sainz, Obsesivos días circulares,
Lecturas Mexicanas Segunda Serie, SEP, 1986.
Y para terminar citas de las Obras completas de Oliverio Girondo, tomadas de La princesa del Palacio de Hierro.
Hasta Darío no existía un idioma tan rudo y maloliente como el español.
La vida –te lo digo por experiencia– es un largo embrutecimiento.
En estas condiciones, creo sinceramente que lo mejor es tragarse una cápsula de dinamita y encender, con toda tranquilidad, un cigarrillo.
Oliverio Girondo, Obras completas,
Buenos Aires, Losada, 1968, 448 pp.

lunes, 16 de febrero de 2009

Sobre escritorios y la felicidad

Y como me dijo, terminé en serio en la burocracia, ya no de juego. Cuatro meses después el saldo se resume en las siguientes reconvenciones, en justo orden cronológico:

Paco: Te equivocaste de trabajo. Esto es completamente de oficina.
Miguel: Ay Adri, creo que te veía más a gusto en tu otra chamba.
Oliver: Digo, no necesito verte cinco minutos en tu escritorio para saber que no estás a gusto.
Carlos: Lo que pasa es que no eres feliz, Adriana.

Mientras, me debato entre la aceptación y la psicosis colectiva derivada de la "crisis" económica, aunque a veces me pregunto qué será eso, si desde que nací no he conocido otra cosa que la crisis.

Se aceptan sugerencias, sobre todo descabelladas.

martes, 10 de febrero de 2009

Sobre el genio y el carácter de escritor. Leyendo a Philippe Brenot

El genio no es más que la infancia recuperada a voluntad.
Baudelaire
¿Qué es lo que hace a un escritor? O si no lo que lo hace, ¿qué rasgos lo distinguen? Según un estudio sobre los participantes del Iowa's Writing Program de la universidad de Iowa, los rasgos de personalidad más frecuentes y sobresalientes entre ellos fueron: audacia, rebeldía, individualismo, concentración, sencillez, aptitud para el juego, curiosidad intensa, humildad (dudaría de eso tras unos años de trabajar en Bellas Artes) y desinterés. Asimismo, los escritores presentaban una visión del mundo mucho más original que la media y un sentido muy fuerte de su identidad. Por último, algo que no se puede pasar por alto: en ellos se observó una perseverancia muy acusada, que es lo que generalmente permite a alguien elaborar una obra.
Quizá es buscar motivos para darme la razón. Para confirmar que, aunque tú tienes más talento, uno siempre puede no hacer lo que no quiere. Para convertir en hecho los libros de los que hablarás presumiéndome; sólo espero que no sea (o no siempre) en charlas de cantina.
La bibliografía del post: Philppe Brenot, Genio y locura, Barcelona, Ediciones B, 1998, p. 113.

viernes, 6 de febrero de 2009

Dice Ramón Lull que el amor ha sido creado para pensar...

La vida es movimiento, riesgo, anhelo, entrega. Vivir es trascenderse y buscar en los ámbitos del mundo algo que haga la vida digna de ser vivida. Es posible que filosofar sea entonces vivir. Pero en esto la filosofía coincide con la vida misma. También la vida plenaria es un constante "no vivir", desvivirse y proyectarse más allá de la propia existencia en un afán insaciable de salvación. Y en este caso, filosofar es vivir; vivir es filosofar.
Joaquín Xirau, Amor y Mundo, 1940.

martes, 3 de febrero de 2009

martes, 27 de enero de 2009

La nostalgia de extrañar lo que no sucedió. O ¿Y si...? y "mujer contra mujer"

Se lo escribió Annemarie Schwarzenbach --la hermosa drogadicta viajera-- desde África a Carson McCullers cuando ella le dedicó su segunda, magnífica y perturbadora novela Reflejos en un ojo dorado:

No olvides nunca esta terrible obligación de escribir.


Se lo hice prometer una noche en que nos disponíamos a dormir en nuestro sillón demasiado estrecho.

Una histora más completa (de Annemarie y Carson) acá.

lunes, 26 de enero de 2009

¿Quién escribe la "gran novela"?

(fragmento)


Por Stanley Kauffmann


Hay muy pocas razones para pensar que la mejor evaluación de los libros la han hecho sus contemporáneos. Es demasiado temprano para nosotros para atribuir excelencia a ciertos libros contemporáneos simplemente porque expresan preocupaciones de la época; de igual manera es fácil para nosotros, familiarizados con el consenso intelectual y filosófico de nuestra sociedad y nuestro tiempo, descartar libros que no parecen suficientemente "originales"… En los primeros años de su publicación, el Ulises, de James Joyce, El castillo, de Kafka y The Waste Land, de Eliot … fueron descartados con facilidad por ser "extraños" y hasta "engañosos". De la misma forma, en la historia de la literatura, hay demasiados ejemplos de autores que, como Stendhal, parecían demasiado "típicos" de sus propios tiempos.

En la foto William Faulkner.
¿Será que he estado obsesionada con él este mes?

A esto le podemos sumar un corolario: la recompensa de la grandeza es, propiamente, un juicio histórico, no uno contemporáneo. Por mi parte, me gustaría ver un manual de estilo usado por editores de reseñas, desde los menores hasta los mayores, que prohibiera las palabras "grande" y "grandeza", o "perfecto" y "perfección" usados como sinónimos de los anteriores, y aplicados a cualquier ficción menor a veinte años de edad. Si los términos no son válidos cuando aplicados, igualmente se vuelven inválidos -y hasta más ofensivos- cuando son explícitamente negados. ("Claro que ésta no es una gran novela, pero…") Así, quizá, podremos evitar la insinuación de somos capaces de decir qué es lo grande, y lo que no es grande no es bueno, y que todos somos exiliados de un Paraíso Perdido de pasada grandeza continua.


Este artículo se publicó originalmente en Harper's Magazine en noviembre de 1965. La traducción del inglés por Alexia Lefebvre se publicó en Hermano Cerdo en enero de 2009.

jueves, 22 de enero de 2009

miércoles, 21 de enero de 2009

Artimañas para huir de la burocracia (o qué hacer durante la comida)

Hay edificios hermosos tomados por infinitas cajas de papeles, sueños arquitectónicos desperdiciados ante la mirada gacha de los burócratas. Para recuperar esos espacios hay que tomarlos por asalto, burlando guaruras, policías déspotas y secretarias desconfiadas.
Así, echando mano de mis mejores lecturas sobre espionaje y de mi máxima de que un buen saco y una linda sonrisa abren cualquier puerta, invertí hoy una hora en perderme entre los murales del edificio de la SEP en Santo Domingo.
Para empezar, el lugar es hermoso y es como varios edificios a la vez: el rosa de corredores volados con el mural de Siqueiros en la escalera, el de piedra gris con las paredes llenas de visiones de Rivera y uno color crema, pequeño, con macetas en las esquinas.
El mural de Siqueiros es, como toda su obra, muy fuerte. Da la sensación de abalanzarse sobre quien sube las escaleras o se para en el descanso a mirarlo desprevenido. De Rivera (por más detestable, déspota y desleal que fuera como persona) me encantaron el de la danza del venado (en blanco y negro) y "El banquete de Wall Street", ambos en el tercer piso.
Según un amigo que lleva algunos años trabajando en el edificio, los frescos se hicieron muy en el tono de "qué tal si te haces unos murales, Diego, y de paso nos gastamos el presupuesto". Mecenazgo de papá Estado a uno de los hijos predilectos de la posrrevolución, vale la pena mirar las obras. La imagen que lustra la entrada es una foto del mural Fraternidad, pintado por Rivera en 1928.
La libertad es un espacio interno. Todos debemos inventarnos nuestras formas para decir "aunque seas mi jefe no eres mi dueño".

lunes, 19 de enero de 2009

El año que se fue, el año del amor. Inicia el año de la aventura, de la demencia (aunque ésa ha tenido sus décadas de intermitencia)

Para mí 2008 fue el año del amor desbordado y deslumbrante en muchos sentidos —quizá demasiados—, con todos los sentidos. Fue el año que el amor me vapuleó cambiándome toda, que descubrí que los finales felices no siempre incluyen casas e hijos compartidos, y que en mi caso están más lejos que cerca de los vestidos blancos.

Fue el año en que descubrí que amor es también ver fotos de McCurry y hablar de un país que existe más en sus deseos que en mi memoria, de un continente que me invento y me reinventaré hasta hacerlo irreconocible para los geógrafos. Que el amor va bien con chai, con café, con tinto, con pulque, con agua de dudosa procedencia, con tequilas en la madrugada, con todo.

El año en que el futuro me pareció más móvil que nunca y el pasado se me convirtió en un equipaje más ligero.

Un año récord en rabias, pero también en risas, en alegrías, en oportunidades, en aprendizajes. Un año de darme, de recibir. Un año, como dije al principio, plagado de amor.

Gracias a todos. Mujeres y hombres, niños y viejos, conocidos y anónimos. Porque el amor viene en mil formas y colores, porque si algo aprendí este año, es que no se consigue deslactosado y endulcorado en el súper. Que tiene más que ver con un huracán o un autobús atropellándote que planes calendarizados y asépticos.

Y como posdata, va un resumen de algo que también es amor y también me tocó. Para dolerme, para hacerme sonreír. Para hacerme otra.

"A nosotros no nos preocupa quién, o cómo, o con qué se va a dirigir esa rabia. No nos preocupa la velocidad del sueño. Hemos aprendido a confiar en la gente. No necesitan quien los dirija. Se dotan de sus propias estructuras para luchar y triunfar. Toman en sus manos sus propios destinos, y lo hacen mejor que los gobiernos que se imponen desde fuera."

En cambio, "nos preocupa el rumbo y el destino". Y que "el mundo que vaya a parir nuestra rabia se parezca al que hoy padecemos". Ante la tentación de la hegemonía y la homogeneidad, "los pueblos nos enseñaron que hay muchos mundos y que es posible y necesario el respeto mutuo". "No nos propusimos organizar y dirigir a todo México". "Reconocemos nuestros límites, nuestras posibilidades, nuestra 'proporcionalidad'".